viernes, 4 de febrero de 2011

Memorias

Victorio Macho nos refleja en este documento todo tipo de vivencias, desde su infancia hasta su madurez. En un primer apartado, entre otras muchas cosas, nos recuerda origen modesto, su Palencia natal, la profesión de sus padres (hijo de padreebanista) y cómo vivía un niño en una ciudad pequeña de la Castilla profunda: ascendiendo a la ermita, tirando piedras con una honda, las navidades con su familia, etc. Su primera experiencia cultural: fue la visita al museo de Valladolid donde le acompañó su padre y cuenta una anécdota graciosa. Su padre tenía entradas para los toros pero como Victorio quería volver al museo las dio a un pariente y le acompañó.

También nos habla de la salida de la familia hacia Santander en busca de un futuro mejor, ya que a su padre le habían ofrecido un trabajo en la ferretería y almacén de sus mismos jefes pero mucho más grande. Cuenta la forma en que entró, una vez en esa ciudad, a formar parte (como aprendiz) del taller del escultor José Quintana. Siendo su primer trabajo como aprendíz la realización de un arco del triunfo para Maria Cristina y Alfonso XIII. Recomendado por un canónigo de Santander va a Madrid e inicia su andadura profesional para los condes de Casa Valencia.

“Yo soy tan republicano como usted” (parte): pasó 10 años silenciosos. Decide hacer una exposición cuando concluye la estatua de su hermano Marcelo  en el Museo de Arte Moderno de Madrid. Fue un éxito, empezando a tener más prestigio entre los artistas del momento. El monarca le contestó esa perla a Victorio Macho: “Vaya a Palacio, como hacen otros artistas que es usted muy simpático. Y además, yo soy tan republicano y galdosiano como usted”.

"Mi hermano Marcelo"
                                                               
El drama de España es su segundo gran apartado en sus memorias, hablando de la Guerra Civil y de sus miserias. Su huida a Valencia y el periplo de la casa de la cultura en la que cada artista y cada persona aportaba su granito de arena: unos escribían, otros daban conferencias, etc. Todo con consignas políticas.

Su aventura en América es otro momento importante en la vida de Macho. Los viajes, el recibimiento, su visión de Perú...así como más tarde, la vuelta a la Patria y, por tanto, también Toledo, el Tajo y el Greco. Expone su visión de ciertos cuadros del Greco como el entierro del señor de orgaz, hace un estudio sobre los cielos del Greco, Cervantes por Toledo o su visión de Toledo exponiendo un paseo por la ciudad. El río Tajo también le inspira y hay poesía en las memorias.

"La soberbia Eva de América"

En otro punto nos relata su forma de entender el arte y cómo este es una forma fundamental de su existencia . Expone la forma de tratar el retrato en pluma, en barro, también hace una valoración sobre los artistas y sobre la soberbia de alguno de ellos al creerse más de lo que son. Se acuerda también de lo afortunado que es porque muchos de sus compañeros y amigos artistas no tuvieron la suerte de saber lo que es la gloria.

Incluso llega a establecer, en otra de las partes, un diálogo entre escultor y crítico, así como también nos habla de sus fracasos y de su templo a Beethoven debido su frustración por no haber sido músico...

En resumen, estas memorias reflejan la memoria de entender Victorio Macho las distintas etapas de su vida desde un punto de vista obviamente muy personal poco objetivo, pero no por ello menos interesante.

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